Cuando vamos a diseñar o reorganizar nuestra cocina hay una serie de elementos claves que debemos considerar para lograr que dicho espacio sea un lugar funcional y cómodo que nos permita desarrollar tareas como cocinar, comer y hacer cualquier otro tipo de tarea diaria con total naturalidad.
¿Qué es el triángulo de trabajo?
El triángulo de trabajo es un esquema imaginario compuesto por tres zonas con el objetivo de generar el espacio adecuado que te permitirá moverte con libertad y eficiencia a la hora de desarrollar las actividades dentro de la cocina.
Dicha área o estructura está conformada por:
- La zona de Almacenamiento de Alimentos (despensa, heladera, congelador)
- La zona de Preparación y Limpieza (fregadero y lavavajillas)
- La zona de Cocción (horno, hornallas, microondas)
Cada punto de la zona debiera estar a una distancia aproximada de 1,5 a 3 metros, siendo el resultado de cada lado del triángulo de unos 4 a 6 metros.
- Si tu cocina es pequeña y su tamaño te impide formar este triángulo imaginario, es recomendable que el horno y la heladera se ubiquen a ambos lados de la mesada formando una misma línea y dejando en el medio a la pileta. Con esta “distribución en línea” estaremos optimizando el espacio de trabajo en espacios reducidos.
3 Reglas básicas de diseño
Es bien importante tener en cuenta las siguientes reglas a la hora de diseñar tu triángulo:
- Entre cada punto no deben existir obstáculos y deben estar despejadas para facilitarnos el tránsito y traslado de un lugar a otro de nuestra cocina.
- Procura que los muebles de cada zona cuenten con las medidas estándares y que sean funcionales al espacio y a tus necesidades.
- Ten en cuenta los diferentes accesorios que existen para almacenar y organizar los diferentes utensilios y artefactos de cocina y que nos ayudarán a optimizar los espacios en cajones y muebles.
Algunos tipos de cocina
Como vimos, la distribución y el triángulo de nuestra cocina estará condicionada por el espacio físico que disponemos. Dicho ésto, te mostramos algunas opciones a continuación.
Distribución en Paralelo:
En esta distribución encontraremos dos zonas enfrentadas, siendo una la pileta y otra la de cocción. Alineando la heladera con la pileta. Es recomendable para cocinas anchas y alargadas o con dos puertas opuestas.
Distribución en forma de L:
Consiste en unir dos partes del triángulo en un solo lado mientras el otro se encuentra a 90º formando la letra “L”. La pileta y la heladera deben ubicarse lo más cerca posible para optimizar los resultados.
Distribución en forma de U:
Esta disposición es la que otorga mayor amplitud y funcionalidad ya que cada zona tiene su exclusividad.
Distribución lineal:
Todas las zonas quedan en la misma línea y como dijimos, es una distribución recomendable para cocinas pequeñas.
En definitiva el triángulo está diseñado para ahorrarnos pasos al caminar, brindando rapidez y dinamismo en nuestra actividad. Además nos ayuda a evitar las contaminaciones cruzadas de alimentos, ahorrar tiempo, ganar espacio y facilitar definitivamente nuestro día a día.
¡Esperamos que esta información haya arrojado luz sobre el tema y que te ayude a la hora de pensar la mejor distribución para tu cocina!