La rutina de 5 minutos que usas como excusa para no colapsar... y que en realidad sí sirve”

Hay un momento en el día en que todo parece un “uff”.
Tu cuerpo lo sabe, tu mente te lo grita y tú… bueno, tú haces lo de siempre:
Te levantas, vas al baño, te mojas la cara y dices “venga, que no pasa nada”.

Pero pasa.

Lo que pasa es que llevas días (o semanas) sin parar.
Sin un momento de verdad para ti.
Y ahí es donde entra esta rutina.
Sí, solo cinco minutos. Y no, no te va a convertir en la nueva gurú del zen, pero te va a dar algo que necesitas con urgencia: respiro.

Aquí tienes una rutina real, fácil, sin adornos y que funciona.

👉 La Rutina de 5 Minutos (para no colapsar y de paso, cuidar de ti)

1. Pon una alarma o un recordatorio a la misma hora cada día.
   Esto es clave. Si lo dejas “para cuando puedas”, no lo harás nunca. Que suene a las 11:00, 14:00 o cuando más lo necesites
   
   

2. Al sonar la alarma, deja lo que estés haciendo.
   Aunque estés a medias. Aunque no te apetezca. Aunque estés en plena llamada. Te apartas un momento.
   
   

3. Haz esto (elige una opción o combínalas):

   • Si estás en casa o en un lugar tranquilo:
     🧘♀️ Siéntate, cierra los ojos y respira hondo 10 veces. A lo loco. Respiraciones profundas y exageradas. No pienses en nada.
     ☕ Bebe agua o un café sin mirar el móvil. Solo bebe y observa tu cuerpo.
     ✍️ Escribe una frase que te recuerde lo que quieres hoy: “Hoy me trato bien”, “Hoy no me critico”, “Hoy no me exijo ser perfecta”.

   • Si estás en la oficina o en la calle:
     🚶♀️ Camina 2 minutos y repite mentalmente: “Estoy bien. Esto es una pausa. Me la merezco.”
     🙌 Estira los brazos, el cuello, los hombros. Como si acabaras de despertarte. Suéltate.
     
     

4. No hagas nada más.
   Ni aproveches para mirar el WhatsApp. Ni mires Instagram. Ni contestes correos. Solo para ti. Sin multitasking.
   
   

5. Cuando vuelvas, hazlo con una sonrisa interna (aunque falsa).
   No porque haya cambiado el mundo. Pero porque te elegiste, aunque fuera solo por cinco minutos.

¿Por qué esto funciona?

Porque interrumpes el bucle automático del estrés.
Porque le das al cuerpo una señal de que no todo es urgencia.
Y porque esos cinco minutos, repetidos cada día, son como una hucha emocional.
Y cuando llegan los días malos… tú ya tienes algo guardado ahí.

Esto no es teoría. Esto lo hacen deportistas de élite, creativos, líderes, madres, empresarias, mujeres como tú.

La única diferencia entre ellas y tú, si aún no lo haces, es que ellas empezaron.

Hoy es buen día para eso.

Cinco minutos.
Ni uno más.
Pero para ti.