Primavera sin alergias: cómo sobrevivir a septiembre con dignidad

La primavera es una trampa disfrazada de flores.

Todo muy lindo, todo muy colorido, pero si sos uno de esos que estornuda más que habla… este artículo te puede cambiar el mes. Y si no es tu caso, igual te conviene seguir leyendo, porque salir a la calle con cara de muerto fresco tampoco es muy atractivo, ni para vos ni para el pobre que te cruza en el bondi.

Así que vamos al grano.

💥 Primer enemigo: la alergia

Si en septiembre parecés una central de mocos y tus ojos tienen más rojo que una bandera comunista, no sos único. Sos uno más de la hinchada que sufre cuando los árboles deciden eyacular polen como si no hubiera un mañana.

Solución realista (sin lenguaje médico que no entiende ni el médico):

  • Lavate la cara al volver a casa. Como si vinieras de la guerra. Porque lo hacés.

  • No ventiles tu casa al mediodía (es la hora favorita del polen).

  • Si podés, dormí con las ventanas cerradas. Si no podés... buena suerte, campeón.

  • Consultá a un profesional (sí, aunque sea para que te mande un antialérgico que no te deje grogui todo el día).

🧟♂️ Segundo enemigo: la cara de zombie

Hay gente que en primavera florece. Y hay gente que parece que la pisaron con el tractor del campo.

Ojeras. Piel apagada. Pelo que no sabe si está graso o seco. Te suena, ¿no?

¿Qué hacer? Acá algunos tips:

  • Agua, che. Agua en serio. Y no con limón y jengibre en una jarra estética para Instagram. Agua del grifo, bien tomada. Dos litros. Sin excusas.

  • Un limpiador facial decente. No el jabón Dove que usás para todo desde 2002. Uno que no te deje la cara como cartón.

  • Hidratación con criterio. Si brillás más que el buzo del Chino Recoba en su homenaje, no estás hidratado: estás empetrolado.

  • Dormí más. ¿Tenés tiempo para mirar 5 capítulos de una serie, pero no para dormir 7 horas? Prioridades, máquina.

🌞 Y sí… el sol también es traicionero

El sol primaveral es como esa ex que parecía buena onda y después te fundió la cuenta bancaria: parece suave, pero te parte al medio.

Ponete protector solar. Incluso si está nublado. Incluso si vas del trabajo a tu casa. Incluso si sos hombre y pensás que eso es “de minas”.

No es de minas, es de vivos.

✅ Bonus: arrancá hábitos que duren

Septiembre es el verdadero "1 de enero" del hemisferio sur. Es cuando todo empieza a oler distinto. Aprovechá el impulso:

  • Caminar un poco más (no para adelgazar, sino para despejar el mate).

  • Comer un poco mejor (y no, no hablo de ensalada con nombres en francés).

  • Dejar de postergar cosas simples que sabés que te hacen bien (como sacarte los auriculares y hablar con alguien que querés).

En resumen:

Sobrevivir a septiembre con dignidad no es difícil si dejás de actuar como si fueras indestructible.

Cuidate la piel. Cuidate la cara. Cuidate el humor.

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