A veces, el valor de un regalo no está en lo que cuesta, sino en cómo lo das. Porque no hay nada como una sorpresa bien pensada. Una que no solo diga “te compré algo”, sino “me tomé el tiempo de hacerlo especial para vos”.
Este Día de la Madre, más allá del objeto que elijas, podés hacer que el momento sea inolvidable. Y acá te damos algunas ideas para lograrlo.
🎀 No es solo qué… es cómo lo entregás
Un regalo puede ser simple, pero si lo presentás con intención, se vuelve significativo. Acá van algunas ideas que podés adaptar a tu estilo (y al de mamá):
🔹 Caja con capas de sorpresa;
Colocá el regalo dentro de una caja. Y esa caja, dentro de otra. Y esa, dentro de otra. En cada capa, poné una notita con algo que le quieras decir: un recuerdo, una frase que te decía cuando eras chico, algo divertido, algo tierno. Va a reírse, emocionarse… y llegar al regalo con una sonrisa.
🔹 Rastro de pistas:
Si te gusta el juego, hacé una búsqueda del tesoro. Escondé pequeñas pistas por la casa que la lleven hasta su regalo. Cada pista puede estar acompañada de una frase, una foto o una pequeña golosina. El objetivo no es marearla, sino hacer que cada paso sea parte del regalo.
🔹 Regalo escondido en un momento cotidiano:
¿Desayuno en la cama? Que el regalo esté abajo de la taza. ¿Sale película juntos? Que lo encuentre adentro del balde de pochoclos. ¿Se va a bañar? Colocá el regalo dentro de su toalla doblada. La idea es que el regalo aparezca en un momento inesperado, y eso es lo que lo hace especial.
🎁 ¿Y el empaque? Que también hable de vos
No hace falta gastar en papeles caros ni moños perfectos. Acá lo que cuenta es la intención:
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Usá papel kraft o de diario y decoralo con un ramito de lavanda o una flor seca.
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Agregá una tarjeta hecha a mano con un mensaje corto pero sincero.
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Si sabés que le gusta la estética, pensá en colores que le gusten: rosa viejo, beige, blanco, tonos tierra. Simple, pero cuidado.
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Para algo más divertido, usá bolsas recicladas decoradas con marcadores o sellos. Creativo, original y con personalidad.
💡 Un último detalle: prepará el momento
A veces el mejor regalo no es el objeto, sino el ambiente en que lo recibe.
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Poné música suave de fondo.
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Lleváselo con algo que le guste comer o tomar.
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Apagá el celular y compartí el momento con ella.
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Pedile que cierre los ojos antes de dárselo, aunque ya sepa qué es. Ese gesto vuelve a despertar la emoción de recibir como si fuera una niña.
Conclusión
Un regalo no se recuerda por lo que fue, sino por cómo lo hizo sentir. Este Día de la Madre, tomá lo que tenés, pensalo con cariño y entregalo con intención. Que cada detalle diga “esto lo preparé para vos, y para que no se te olvide”.
🎁 Porque al final, lo que más queda no es el regalo… es el momento.
1 comentario
Patricia Lalia
Excelentes consejos!!
Pienso igual!
Los regalos comienzan desde el pensar qué regalar que guste y mucho, y se comienza a disfrutar desde los sentidos, al recibirlo y verlo.
Y claro … después disfrutarlo! y con estos consejos.. seguro no se olvida de quien lo regaló ni el momento de recibirlo .
Gracias!
Saludos! 😊😊