La pasta es una comida tradicional que a la mayoría nos encanta. Solo vale recorrer las góndolas del supermercado para darse cuenta de la variedad de colores y formas que existen y si hacemos una buena elección y sobre todo una buena cocción, es posible que podamos transportarnos a sus orígenes italianos con sus sabores.
Para eso la cocción resulta ser algo fundamental y no son pocos los errores que cometemos a la hora de cocinar nuestra pasta. Estos pequeños detalles sin duda alteran el resultado final y no nos permiten disfrutar de los sabores de manera óptima.
A continuación te mostramos los 5 errores más comunes a la hora de cocinar tu pasta. ¡Toma apuntes para no cometerlos más y elevar tus pastas al siguiente nivel!
1- Colocar poca agua en la olla.
Es importante utilizar una olla alta y no escatimar en agua a la hora de cocinar nuestra pasta. Según los expertos italianos, es necesario utilizar 1 litro de agua por cada 100 g de pasta. 10 veces más de agua que de pasta, esa es la proporción adecuada. De esta manera lograremos que la pasta quede más suelta y no se peguen entre sí ni con la misma olla.
2- Verter aceite en el agua de la cocción.
Muchas personas hacen esto para evitar que la pasta se pegue. Para que eso no suceda, basta con removerlos de vez en cuando con una cuchara de madera.
- El aceite es un lubricante y si le agregamos a la cocción, obviamente ayudará a que la pasta no se pegue. El tema es que esa misma capacidad del aceite de lubricar hará que la salsa que le vertemos por arriba una vez servido, tampoco se adhiera correctamente a la pasta.
3- Cocinar la pasta en exceso.
El punto ideal de la pasta es “al dente” o como le gusta decir a los entendidos en el tema “con el alma dentro”. Si la dejamos cocinar más del tiempo debido, la pasta quedará aplastada por su propio peso y si la removemos un poco, se deshará. Además, la pasta hecha de esta manera es menos pesada para la digestión y hace que su índice glucémico sea menor.
- Más allá de su tiempo determinado (cada pasta tiene el suyo, muchas veces el envase lo indica) te recomendamos que vayas probando mientras se cuece.
4- Remojar la pasta una vez cocida.
Este es un error recurrente que parte de una falacia, ya que los defensores de esta práctica se fundamentan en que es necesario para “que la pasta no se siga cociendo”. Lo cierto es que la pasta ya no se va a cocinar con su propio calor una vez que es retirada del agua.
Haciendo esto además estaremos quitándole el almidón que ayuda a que la salsa se adhiera mucho mejor a la pasta. También estaremos quitándole mucho sabor. Rotundamente, no se debe remojar la pasta una vez cocida.
5- Desechar el agua de la cocción.
Este truco puede llegar a hacer la diferencia y ser un toque distintivo para tus pastas. Y es reservar un poco del agua de la cocción una vez que la pasta esté hecha. Cuando vayamos a mezclar la salsa con la pasta, en un sartén y sin quitar del fuego, podemos añadir un poco de este caldo. De esta manera potenciaremos aún más los sabores y lograremos una salsa más cremosa.