El dolor cervical es un síntoma que puede originarse en cualquier parte del cuello, incluyendo nervios y discos intervertebrales. Suele venir acompañado con rigidez en los músculos, pudiendo desembocar también en mareos, dolores de cabeza y dificultad para realizar movimientos.
- Puede producirse por varios motivos en los que se destaca, principalmente, la adopción de malas posturas; aunque también puede asociarse al estrés crónico, movimientos bruscos del cuello o lesiones.
A continuación te dejamos algunos consejos para aliviar el dolor cervical, recordándote que si este es demasiado fuerte o persiste de forma crónica, consultes inmediatamente a tu médico de cabecera.
1-Tomar una ducha caliente.
Tomar una ducha caliente en estos casos siempre es una buena opción. De esta manera estaremos relajando nuestros músculos y aliviando tensiones ya que el agua caliente (tibia, tolerable) dilata los vasos sanguíneos y mejora la oxigenación de la sangre. Esto provoca que los músculos reciban más oxígeno, acelerando su recuperación y aliviando la fatiga y el dolor muscular.
2-Mantener una buena postura.
Esto resulta clave, tanto cuando caminamos, nos sentamos o nos acostamos a dormir. Es importante adoptar una postura erguida con la columna recta cuando caminamos. Si pasamos muchas horas sentados producto de nuestro trabajo, por ejemplo, es de vital importancia que lo hagas en una silla o sillón con ergonomía, que te permita mantener tu espalda recta y tu cabeza y pies bien apoyados.
- Lo mismo cuando dormimos. Se recomienda adoptar posición fetal, es decir, de lado, con las rodillas y los brazos flexionados. También boca arriba, con la cabeza y nuca bien apoyada. Tanto si padecemos dolor cervical como para evitar el mismo.
3-Evitar movimientos bruscos.
Un movimiento brusco puede provocar una contractura que puede afectar considerablemente a los músculos del cuello y ocasionar un dolor intenso. Un ejemplo de ello es lo que conocemos como tortícolis, que afecta directamente a los músculos del cuello de forma tal que se modifica su postura, causando un intenso dolor y que puede durar varios días.
4-Utilizar una almohada adecuada.
Es importante contar con una almohada cervical ergonómica para tener un soporte del cuello adecuado. Debe estar diseñada para apoyar de forma cómoda la cabeza y estirar el cuello, permitiendo que el cuello mantenga su curva natural para liberar la presión y mejorar la alineación saludable. De esta manera obtendremos una experiencia de sueño relajante, disminuyendo así dolores y contracturas.
5-Estiramientos y ejercicios suaves.
Conocer estos estiramientos y ejercicios te permitirán ponerlos en práctica de forma periódica y evitar o disminuir de esta manera los dolores y molestias del cuello. Realizar leves movimientos de rotación del cuello y de los hombros. Realizar torsión lateral, estirar los pectorales y extender la zona media son algunos de los movimientos más recomendados.
6-Utilizar un corrector de postura.
Estos correctores de postura podrían ayudarte a recobrar la postura correcta de tu espalda y aliviar los dolores asociados a ello. Te recomendamos el Doctor Posture que alinea tu espalda, endereza tu cuello y alinea los hombros. Es cómodo y ajustable, además de que es totalmente invisible bajo la ropa, por lo que podrás utilizarlo a diario.
7-Dar masajes suaves.
El masaje cervical se centra en la parte superior de la espalda y el cuello. Está especialmente indicado para aliviar dolores musculares y de cabeza producidos por una tensión excesiva. Podrás realizártelos tu mismo o recurrir a un profesional para optimizar los beneficios.
¡Ojalá estos consejos puedan ayudarte! Este artículo pretende dar algunos consejos básicos y brindarte información al respecto. De ninguna manera pretende sustituir la opinión de un médico y te alentamos calurosamente a que recurras a él si el dolor es fuerte o persistente.