El color de la decoración de los espacios interiores de nuestro hogar no sólo determinará parte importante de su estética sino que además nos define e influye en nuestro bienestar y en nuestro estado de ánimo. Por ello es bien importante seleccionar de manera correcta la paleta cromática de nuestra casa.
- Si bien se trata de una cuestión muy personal y de carácter subjetivo, pues el color depende del ojo con que se lo mire, en el día de hoy elaboramos una guía de consejos prácticos, con el objetivo de ayudarte a tomar la mejor decisión.
Los tres colores que definen la paleta cromática
Para comenzar, es bueno destacar que en todas las armonías cromáticas se pueden observar tres tipos colores:
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Dominante:
Es el más neutro y el de mayor extensión y es utilizado para destacar los demás colores que conforman la composición; especialmente el opuesto.
- Mediación:
Actúa como mediador y conciliador entre las variantes de colores aunque suele situarse de manera más cercana en el círculo cromático a la de color tónico. - Tónico:
Se trata del complementario al color dominante, siendo el más potente en color y valor y el que se utiliza como elemento audaz o de animación en el ambiente (por ejemplo: alfombra, almohadones, cortinas)
Para graficar y simplificar lo anterior, te compartiremos la siguiente clave. Elige tres colores, uno principal que abarque el 60% de la habitación, un color secundario que sea del 30% del espacio y un tercer color que ocupe el 10% restante.
- De cada color podrán introducirse matices en tonalidades e intensidades vinculadas a un mismo color.
Colores neutros, fríos y cálidos
Siguiendo el criterio anterior, debemos inclinarnos por el tono que deseamos darle a nuestro hogar. Para eso, debemos definir la gama de colores pudiendo ser neutros, fríos o cálidos.
1- Colores NEUTROS
La base de esta gama de colores son el blanco, el gris, el beige, el marfil y el negro. Se trata de una opción que brinda elegancia y serenidad y es utilizada especialmente para interiores minimalistas y decoraciones nórdicas.
- Lo ideal es articular esta gama de colores en los diferentes elementos como los muebles, alfombras y almohadones. También es recomendable utilizar alguna pieza de color intenso para romper la monotonía que puede generarse, por ejemplo, con una pieza de arte.
2- Colores FRÍOS
Esta paleta de colores va desde los tonos más suaves del verde hasta el azul o violeta. Los colores fríos transmiten reposo, tranquilidad y calma, además de dar la sensación de distanciamiento y amplitud entre las paredes, por lo que es una buena opción para habitaciones pequeñas. Combinados con algunos colores cálidos, pueden dar la sensación de cierta tristeza y melancolía.
- Podremos utilizar los verdes como sinónimo de naturaleza, crecimiento, armonía o paz. Inclinarnos por la amplitud y la alusión al mar o el cielo propios de los azules, o la magia, elegancia o poder de los morados.
3- Colores CÁLIDOS
Los colores cálidos son aquellos asociados al fuego y el calor. Van desde el amarillo verdoso hasta el naranja, el rojo marrones y dorados. Se destacan por su carácter dinámico y son utilizados para inspirar pasión, vitalidad, cercanía y entusiasmo.
- Podremos inclinarnos por la energía y la pasión del rojo, la seguridad y el equilibrio del dorado, la calidez y el bienestar del naranja, la alegría y luminosidad de los amarillos o la calma y serenidad de rosado.
Algunos estilos para inspirarte
Ahora que ya conocemos más acerca de los colores y sus combinaciones, te dejamos algunos estilos para que puedas inspirarte con sus colores característicos.
Estilo minimalista:
Se trata de una tendencia y corriente artística basada fundamentalmente en decorar los ambientes interiores con el menor número de elementos posible y básicos con el objetivo de que los espacios queden funcionales, sobrios y con amplitud.
- Colores característicos: Blanco y negro, colores crudos como el gris claro, el marfil, arena y crema
Estilo vintage:
Esta opción de decoración busca revitalizar el pasado a través de objetos antiguos que por lo general, fueron creados a mediados del siglo XX y décadas sucesivas, sin ir más allá de los 90.
- Colores característicos: Verdes, blanco, azules, rosas y grises, naranja y marrón.
Estilo industrial:
Este estilo se inspira en la estética de antiguos espacios industriales y apuesta por la desnudez de las estructuras como: tuberías, ladrillos, vigas e instalaciones. Transmite una imagen urbana y despreocupada con gran atractivo visual.
- Colores característicos: Gris en todas sus gamas. negro, marrón, verde aceituna y colores pasteles en general.
Estilo nórdico:
Es minimalista, carente de ornamentación y caracterizado por los espacios luminosos, de paredes blancas o colores muy claros inspirado en los lugares geográficos nórdicos carentes de sol y de luz natural. Se utiliza mobiliario de madera, creando un conjunto sencillo, funcional y confortable.
- Colores característicos: Blanco y colores claros y fríos en general ya que contrastan armónicamente con las maderas predominantes del mobiliario.