El hielo seco también conocido como nieve carbónica, es dióxido de carbono (CO2) en estado sólido que recibe este nombre porque a pesar de que tiene un aspecto similar al hielo normal o la nieve, cuando se sublima pasa de sólido a gas sin pasar por el estado líquido ni dejar residuos de humedad.
- Esto se debe a que su base no es el agua y su estado natural es gaseoso, incluso a temperaturas de ambiente bajas. El mismo no se puede fabricar utilizando máquinas como el hielo de agua y el proceso inicia cuando el CO2 se deja escapar en una bolsa porosa donde se congela, para luego recogerse y comprimirse en cubos mediante máquinas.
Además de sublimar sin generar líquidos, se caracteriza por:
- No producir ningún tipo de residuos o manchas.
- Posee una alta capacidad de enfriamiento y congelación ya que su temperatura es de -75 ºC.
- Es estéril, inodoro e incoloro.
- Es un agente bacteriostático y fungistático ya que ralentiza el desarrollo de moho, bacterias y hongos.
- Es considerablemente más frío que el hielo tradicional producido por agua.
- Se presenta principalmente en escamas, bloques y pellets.
Principales aplicaciones del hielo seco en la cocina
Sopas frías
El calor ha llegado y la necesidad de consumir platos fríos también. En nuestra gastronomía existen diferentes sopas, caldos y cremas que se consumen en frío. Podemos congelar en un molde para hacer cubitos, el ingrediente principal del plato: tomate con un poco de aceite para el gazpacho, apio, pepino o melón para las sopas, por decir algunos. Además de ayudarnos a mantener la sopa fría al servirla, si tenemos por costumbre tener estos cubitos en reserva en el congelador podremos enfriar la preparación si la acabamos de hacer, decorará el plato y además no la aguará.
- Esta fórmula, con distinta finalidad, también sirve para las sopas calientes. Si somos de los que siempre estamos a punto para ese tazón de caldo por la noche, preparar unos cubitos y guardarlos en el congelador nos permitirá darnos ese antojo, aunque sea verano, Solo será necesarios ponerlos al fuego para tener un caldito en cinco minutos. Y no solo eso, también nos puede venir bien si vamos a cocinar algún plato de arroz o pescado al que queramos potenciar su sabor, lo tendremos a mano y además nos ahorraremos el tiempo de prepararlo al momento.
Aperitivos
Si eres de hacer el aperitivo en casa, prueba a preparar unos cubitos de vermut, blanco o rosso, con una aceituna en su interior. También preparar algunos con zumo y unos trocitos de piel de limón o naranja cortada muy fina, potenciará el sabor de la bebida, ya sea un zumo o un vaso de agua y, además de refrescar la bebida, también la decorará.
Granizados
En el caso de que te guste hacer sobremesa, valora tener preparados cubitos de café, podrás usarlos tanto para el café con hielo como para hacer granizados sin que se te agüe la bebida. Lo mismo para los zumos si trituras unos cubitos de zumo podrás disfrutar de un refrescante granizado.
Mantén el punto de sabor y color de los alimentos
Cuando hervimos verduras y hortalizas como judías, brócoli, guisantes, zanahorias, que contienen clorofila o caroteno (el pigmento que da color a las verduras), estos van perdiendo su color brillante, quedando después de la cocción deslucidos. Para que conserven al máximo su color y luzcan en el plato, lo primero es no pasarse en el tiempo de cocción y lo segundo es ponerlos inmediatamente en un bol con agua y hielo para cortar la ebullición que se mantiene dentro de la hortaliza.
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Si hablamos de marisco, también será necesario cortar la cocción para que este se pueda servir en su mejor punto. En este caso, prepararemos en un cuenco una buena cantidad de hielo picado, un poco de agua y un puñado de sal. Lo colocaremos en una bandeja a modo de cama y sobre el hielo presentaremos el marisco, ya sea cocido, que hará que se corte la cocción, o fresco para mantenerlo en perfecto estado. Además de sabroso lucirá en la mesa.
Peligros del hielo seco a considerar
Debido a que es extremadamente frío y que alcanza temperaturas cercanas a los -75º C es importante manipularlo con precaución para no sufrir quemaduras en el cuerpo.
- Por ello, es recomendable utilizar los medios de protección adecuados como son los guantes aislantes, el uso de pinzas y gafas de seguridad.
Si bien la respiración de bajos volúmenes de CO2 resulta insignificante para la salud, las altas concentraciones pueden provocar inconvenientes tales como la asfixia.
- Por este motivo hay que tener especial cuidado a la hora de almacenarlo, contemplando que el lugar tenga una correcta ventilación y evitando sobre todo, los sótanos y lugares pequeños ya que el CO2 es más pesado que el aire y se acumula en los niveles más bajos de las habitaciones.
Distinto es lo referente a la ingesta de hielo seco ya que la misma es extremadamente peligrosa.
- Además, la temperatura cálida en el hielo seco provoca grandes formaciones de gas, lo que puede generar explosiones si se transporta en recipientes herméticos.
Por último, debemos destacar que el hielo seco debe transportarse siempre en un compartimento separado del conductor del vehículo y nunca deberíamos dejarlo en el coche durante un tiempo demasiado extenso.
Desde MilGenial esperamos que esta información te resulte útil para diferenciar el hielo seco del hielo generado a base de agua, además de conocer mejor sus utilidades como las precauciones para su correcta manipulación.