En el día de hoy hablaremos de dos aspectos muy importantes a la hora de realizar trabajos en madera que nos ayudarán a lograr un mejor acabado en nuestros proyectos de carpintería: la masilla y la pintura.
La masilla ¿Cómo y cuándo utilizarla?
La masilla para madera es una niveladora de fácil aplicación que se aplica a base de agua con el objetivo de reparar y cubrir orificios, grietas o imperfecciones en madera.
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Generalmente se aplica con una espátula, rellenando y sellando las irregularidades con el objetivo de alisar la superficie.
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Si bien existe variedad con respecto a los tipos de masilla, debemos decir que la más sencilla de elaborar y la más frecuente en cuánto a su utilización, es la compuesta por cola blanca y serrín, preferentemente de la misma madera que se está trabajando con el objetivo de lograr una mezcla homogénea de igual color que el conjunto.
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También encontraremos masillas sintéticas previamente preparadas y envasadas que también son de fácil aplicación y de rápido endurecimiento.
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Independientemente de la masilla que utilicemos, es importante que tengamos en cuenta que una vez aplicada y secada la misma, debemos lijar la superficie recuperada con el objetivo de lograr un mejor acabado y prepararla para trabajos posteriores como puede ser la pintura.
¿Qué es la pintura y cuál se usa para la madera?
La pintura es una sustancia líquida que se aplica en la superficie (de madera, en este caso) que generalmente están coloreadas y forman una capa o película sobre la pieza que se aplica.
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Las mismas están constituídas por un pigmento sólido pulverizado que es soluble en el aglutinante o solvente líquido y tiene el cometido de dar consistencia y facilitar el posterior secado de la pintura.
Dicha mezcla puede tener una textura mate o brillante según la necesidad y características a las cuales deba responder la madera recubierta.
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Existen diferentes tipos de pintura y su denominación tiene relación con la naturaleza del aglutinante y con el nombre del pigmento: pintura al óleo, pintura plástica y pintura al esmalte; siendo está última la ideal para pintar madera.
Pintura al esmalte
Este tipo de pinturas emplea barnices grasos y celulósicos como vehículo de aplicación a los que se les agrega colores de origen mineral en una mezcla homogénea.
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De esta manera se obtiene una pintura impregnante de superficie brillante y adherente, elástica, compacta y de rápido secado.
Estas pinturas pueden utilizarse tanto en interiores como en exteriores, protegiendo a la madera de los diferentes factores climáticos, rayaduras, golpes y de la propia dilatación y contracción de la madera.
Técnica de envejecimiento para un estilo rústico o vintage
Una de las técnicas más empleadas en el tratado de la madera para dar una apariencia de envejecimiento a maderas nuevas, es el quemado superficial.
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Para ello debemos quemar la superficie de la madera por intermedio de un soplete manual para oscurecer la misma.
Posteriormente y para darle un acabado final, debemos cepillar la superficie quemada con un cepillo de púas metálicas para alisar y quitar las impurezas.