3 maneras fáciles de aliviar las contracturas.

Una contractura es una contracción involuntaria de uno a varios grupos musculares, de carácter duradero y que impide el movimiento normal de la parte del cuerpo involucrada. Se trata de una manifestación que aparece principalmente cuando hacemos algún esfuerzo físico, realizamos un mal gesto o mantenemos una mala postura.

Sin dudas que a todos nos ha sucedido en alguna oportunidad y sabemos lo desagradable y doloroso que puede llegar a resultar. Por eso, te brindamos a continuación 4 consejos útiles para aliviar las contracturas.

1- Aplica calor en la zona.

El calor local y seco en la zona afectada ayuda a relajar el músculo y por lo tanto alivia las molestias y dolores producidos por la contractura muscular.

Es recomendable aplicar a última hora del día en lapsos que vayan desde los 10 a los 30 minutos y de manera discontinuada generando períodos de reposo entre una aplicación y otra.

    • Puedes hacerlo con el agua de la ducha, con una bolsa de semillas o agua caliente o también con una lámpara infrarroja si es que cuentas con ella.

 

2- Date un buen masaje.

Un buen masaje siempre es bienvenido cuando de cuestiones musculares se trata. En especial y para este caso puntual es recomendable el masaje descontracturante por razones que resultan obvias.

    • Este masaje se utiliza para relajar el músculo y disolver las contracturas, aliviando la tensión y devolviéndole su estado natural al músculo.

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3- Realiza estiramientos suaves.

Practicar ejercicios de estiramientos suaves es una excelente forma de erradicar las contracturas además de obtener un beneficio integral y general para tu cuerpo. Te dejamos algunos ejemplos para que puedas aplicarlo en tu casa:

➡️ Separa tus piernas, flexiona la derecha y apoya tu mano sobre el muslo. Estira tu brazo contrario, respira profundamente y cuando lo sueltes, inclina tu cuerpo sobre la pierna flexionada. Repite el movimiento unas cinco veces y cambia de lado.

➡️ Ponte boca abajo y coloca tus manos debajo de tu pecho. Inspira de manera profunda y levanta suavemente tu torso, al mismo tiempo que sueltas el aire lentamente. Sube el tronco hasta que los codos queden estirados, sin forzar demasiado la zona lumbar. Baja y sube despacio unas cinco veces.

➡️ Siéntate en el borde de una silla, une las manos y eleva los brazos. Inspira por tu nariz, retén el aire unos segundos con los brazos estirados y exhala lentamente al mismo tiempo que los bajas. Es importante que tu espalda quede recta; repite también unas cinco veces.

 

¡Deseamos que cualquiera de estas tres opciones (o las tres juntas) puedan ayudarte a aliviar rápidamente tu contractura!

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